El sistema de pulsos de mi anhelo se pierde en la inmensidad de la duda
Tal vez es la impaciencia que impulsa a los corazones, unirse en el inmenso
mar, mar de amar, mar de lo oculto, mar de la calma, martirio es.
El tiempo que transcurre entre una visión y otra
Cada vez que el ultimo suspiro no lo oye, y se oculta el rastro de su sombra
Moviendo la cabeza para uno, para otro lado como un vaiven de que no me vean, que no me veas...
que te encuentre.
Sacudo las manos, ocultandolas bajo las telas de mi alma solitaria.
Alma sin armadura, que desangra por otras batallas perdidas,
lamento oirte, lamente verte, por que no alcanza.
El tirano del tiempo reprime todo lo que encuentra a mi paso, nada termina
porque nada comienza, y el camino es pedregoso, siento debajo de mi
el sonar de los zapatos, otras vez, y mis pies llenos de polvo de caminar sin esa
soledad que extraña la mía.
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